Cambio Climático y Áreas Protegidas

 El clima de la Tierra siempre ha estado cambiando, pero ahora parece que lo hace de manera más rápida y peligrosa. Las variaciones planetarias del clima tienen causas naturales y también se generan por la acción de los seres humanos; se producen a diversas escalas de tiempo y afectan a la temperatura, la lluvia, la nubosidad y las corrientes marinas.

El cambio climático tiene una particularidad adicional: existe una gran incertidumbre, es decir, no se sabe con certeza cómo ni cuándo serán afectadas las personas individualmente, las sociedades, los ecosistemas y la naturaleza en general, aunque ya se han documentado ciertas tendencias.

Este proceso es considerado una de las mayores amenazas sobre la diversidad biológica. Según el Panel Intergubernamental para el Cambio Climático (IPCC), muchas especies de fauna y flora están en peligro de extinción por causa del cambio climático y sus efectos asociados. Esto puede tener impactos no solamente sobre la biodiversidad misma, sino sobre el cumplimiento de funciones y servicios ambientales que son claves para el desarrollo humano: la provisión de agua potable, alimentos y medicinas, la regulación hídrica y climática, y la protección contra la erosión e inundaciones, entre varios.

Las áreas protegidas del Ecuador son indispensables para: la conservación de la diversidad biológica y la provisión de servicios ambientales ante escenarios de clima cambiante. Por eso es fundamental el fortalecimiento del Sistema Nacional de Áreas Protegidas como un componente estratégico que contribuya a reducir la vulnerabilidad de la sociedad y del patrimonio natural del Ecuador al cambio climático. Tanto la sociedad como los ecosistemas necesitan empezar adaptarse al cambio climático a través de distintas estrategias que disminuyan sus efectos potenciales.

Para que el cambio climático sea menos drástico, la sociedad tiene que reducir la emisión de gases de efecto invernadero (GEI) los mismos que provienen principalmente de la quema de combustibles fósiles (carbón mineral, petróleo y gas) y de la deforestación. En la reducción de los GEI, las áreas protegidas tienen un papel importante: pues son los ecosistemas los que capturan y almacenan dióxido de carbono, uno de los GEI más abundante.

Los bosques, páramos, y manglares conservados en el SNAP son los ecosistemas fundamentales en la mitigación y la adaptación al cambio climático del Ecuador, gracias a que capturan GEI y a que regulan la provisión de servicios ambientales como el agua. 

http://areasprotegidas.ambiente.gob.ec/temas-interes



Comentarios

  1. Gracias por la información muy importante, ya que nos ayuda ha darnos cuenta que estamos dañando los ecosistemas y también, en los cambios climáticos que se a dado, de manera que afectan a los animales en peligro de extinción y a nostros como humanos.
    Para esto debemos cuidar nuestros alrededores que tenemos en el planeta como: fauna y la flora.
    Gracias.

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